La lengua es como esas ideas que están ahí flotando.
Esperan a que nos descuidemos para tomarnos por la cabeza y darnos vueltas entre páginas, palabras, sabores y miradas.
Para el escritor es algo así como el pistolero debe portar su revólver: cargado y listo para disparar.
¡BANG! Y punto.
Así salta la pluma, corre sobre el papel y deja su rastro
escrito en tiempo presente aunque ya no esté; porque la palabra siempre está en voces de todos
y en todas las vidas.
No comments:
Post a Comment