29 April 2008

Ni puta idea

Se desliza la luz encima del cartel pegado a la ventana. Yo lo miro. Quieto. Pasan de las cinco de la tarde y finalmente salió el sol luego de varios días de lluvia y nubes sobre la ciudad. Ja! No tengo nada que escribir y sólo divago sin nada realmente en la cabeza. Están los textos que le prometí a D. "Te lo he dicho mil veces, necesito esos papeles antes de que Kansas se joda con el tornado". Así es D al teléfono. En persona es toda calma y el que explota soy yo pero no puedo hacer mucho, al final ella es la que me consigue los clientes y y firma los cheques con que le pago a mi casero italiano que no habla inglés y que mucho menos habla español. "Il sistema di riscaldamento", le digo. Y él responde, siempre, "ah, moito costose, fratello immigrante". Después ya no entiendo nada y termino agarrando unas pinzas, visitando a una de las vecinas—la anciana que asegura que salir a la calle es una bala en la cabeza o la mujer árabe que baila todas las tardes cuando su marido no está—, reparando una puerta, pintando una pared o haciendo algo en la calle por lo cual no recibo un descuento en la mensualidad. "Days, not money, fratello", dice el casero cuando le pido la rebaja. Siempre consigo pagar a mediados de mes y es para ese entonces que el viejo comienza a llamar a mi casa con insistencia. A los demás les cobra apenas comienza el mes. La urgencia es que ya mañana comienza mis 15 días de tolerancia y no tengo puta idea de lo que debo entregarle a D. Me dio un buen tema y ya están hechas las entrevistas y esas cosas que a veces tanto me apuran. Es simplemente que no me llega la historia a la cabeza. Como cuando te desconectan el gas: el pollo ya está adentro del horno listo para calentarse y por más que picas los botones, giras las perillas, el aparato no va a andar y te quedas sin nada. A estas alturas me daría pena admitir que no he encontrado en ninguno de mis placeres esa "inspiración" que necesito, pero tampoco voy a dejar pasar esta ocurrencia mía para refrescar el cogote. Salud.