24 November 2012

Mayra


Gente haciendo fila en Gato Bizco al brunch o'clock de un fin de semana largo y bien patriota en el South del USA. Huevos revueltos, serranos, queso y café cargado se baten con el "oh, my god!" bañado en ketchup que se repite en todas las mesas.

"Crema para su café?" Si, pero keep the sugar porque mi vida ya es sweet enough. Con los perros en sus leashes y las gringas in miniskirts, you know them bitches que juegan a hard to get, se sube la mañana en el café.

Y es cuando me acuerdo de ti.

O es cuando te veo en ella.

¿Recuerdas cuando te cortaste el cabello así casi pelona?

Se me sorprendieron los ojos cuando saliste a recibirme con tu cabeza hecha ese micrófono. Me enamoré de tus ojos cuando preguntaste "¿No te había dicho que me corté el pelo? ¿Cómo me veo?" Yo sólo pude decir: bien. Tus pestañotas aleteaban y casi puedo ponerle a la escena alguna canción de Belle & Sebastian, el grupo que tanto hiciste que me gustara. ¿Te acuerdas de cómo sonaba eso? ¿Recuerdas cómo sonaba cuando decías "ay, Gonzalo, digo Raúl, digo, tú, como quiera que te llames..."

Pues de eso me acordé cuando una niña—y digo niña porque estaba en esos días cuando una está a punto de ser mujer— con cabeza de micrófono entró de la mano de su novio a la cafetería el domingo.

A ella le faltaban tus pechos grandes y hermosos tanto como a mí me hacen falta, pero ella no dejaba de tener un aire tuyo. Un aire tuyo que a mí me caería tan bien en este segundo. Ella entró por un café y cuando se lo dieron salió a sentarse en la banca donde le daba una mitad de sol y otra mitad de sombra. Y yo quería que ella fueras tú y que yo fuera el que la tomaba de la mano; el que, sentado junto a ella en la banca, recargaba su cabeza sobre su hombro; el que la miraba limpiarse el ojo con el dorso de la mano. El que bebía de su café mientras seguramente hablaban de su perro, de la mierda de la semana y del amor que se tenían....

1 comment:

morgana said...

verl@ en otras personas....

aggg que ganas de gritar...