02 February 2007

Ahí andamos llegando...

Decimos muchas cosas de la muerte, mientras ella sólo nos repite el mismo discurso todos los días. Uno a veces pausado y a veces abrupto, que nos roba a de un solo golpe. Discurso que no entendemos y que de nada nos sirve aceptar o rechazar. Al final, la muerte, y ninguna otra cosa más, nos carga, nos seca, nos guarda dentro de su bolso y deja de acordarse de nosotros. Sigue caminando aunque nosotros pataleemos, gritemos o chillemos implorando por media hora más para echarnos unos últimos tacos o acostarnos con ese amor que dejamos atrás. Viéndolo bien, es probable que no sea la muerte la que nos molesta sino la incertidumbre. Poco sabemos de cierto sobre todo lo que decimos de ella. Lo único cierto es que no volvemos y por eso la calificamos: Es una muerte puta; es una muerte bárbara; es una muerte trágica; es una muerte voluntaria; es una muerte nunca a tiempo; es una muerte piadosa; es una muerte exquisita de domingo en la mañana cuando el cuerpo y todo lo que carga adentro sigue dormido y ella nomás se acerca a tu miocardio, a tu aneurisma, a tu vejez siempre prematura para decirte fulminante, “no te levantes, honey”. Es una muerte densa, rancia, perfumada, inquieta, otoñal, silente, cazadora. Es una muerte de colisión a exceso de velocidad sobre una calle en la que apenas cabe el auto en el que tú venías pisando el fierro hasta el fondo y aguantándote las ganas de vaciar la vejiga antes de salir disparado atravesando el parabrisas y aterrizando sobre el camino aún ebrio, aún con sueño, aún con esas pinches ganas de ir a mear todo lo que te mamaste con tus compas en el bar que acostumbrabas hasta esa noche. Tu sangre, tus huesos hechos pomada y los últimos respiros que puedes dar se mezclan con la orina que sale ya sin ninguna restricción, humedeciendo tus ropas y tu piel que ya poco puede sentir. Y te mueres batido en tus meados sanguinolentos y alcoholizados. A lo mejor estás más prendido mirando pasar frente a ti esos “instantes maravillosos” de tu vida igual a la de los demás antes de secarte en la muerte. Es una muerte que toma café y fuma sin filtro. Es una muerte que va al gimnasio para no morirse. Es una muerte de llamadas de larga distancia. Número ocupado. Es una muerte barata, pero nunca en oferta como la pendeja y buena para nada de la vida. La muerte no avisa pero siempre dice que ahí está. Muerte ladrona; muerte dolosa, alevosa, odiosa y rijosa. Una muerte indecente. Una muerte desatendida. Nosotros hablamos y hablamos. No queremos hacerle caso. A veces nos tamborilea en la oreja, nos aprieta el pecho, se come nuestra sangre o vomita en nuestros sesos. La muerte ni escribe ni canta; Es marchante; es la “pásele, güera ¿qué va llevar?” en el mercado y nosotros somos la manzana que completa el kilo. Y por eso agarra a quien sea para echarlo a su mandado. Pero es la falta de práctica en eso de morirse lo que nos blinda de cualquier aviso. Debería ser obligatorio morirse por lo menos dos veces para que así sepamos lo que se siente y se lo contemos a nuestros amigos. Por ahí hay quienes dicen haber estado muerto. Que vieron luz; que vieron familia, que vieron su vida. Si hay muchos que no la vemos pasar, creo que sería más difícil que la viéramos irse. Aunque quizás tenga algo de cierto, porque cuando llega la muerte se nos va la vida y su recuerdo.

9 comments:

Anonymous said...

existira alguna manera de convercer a la muerte de nos borre en su lista negra?...

Podriamos convercerla de que no nos trate mal, en todo el proceso moribundo que siempre pasa proximo a nuestra muerte?

Tratar de entender esas, cosas seria imposible, hasta que de verdad nos enfrentemos a ella...

Saludos men, que estes bien...

Exelente fin de semana...

Sam...

Miss Neumann said...

A fin de cuentas la muerte es de las pocas sorpresaas que nos da la vida!! o no? jajajaja

Miguel Ángel Ángeles said...

pues a mi me gusta la palabra muerte.

Anonymous said...

Cuando la muerte no nos da vida, entonces estamos jodidos.

Anonymous said...

eso gus, patea a la muerte de la unica forma en que puedes hacerlo "Es una muerte densa, rancia, perfumada, inquieta, otoñal, silente, cazadora"
Este post tiene kick

Anonymous said...

A ver cuando escribes algo mas no? Ya me canse de reeler tus posts, huevon!

Ambarina said...

Ya leiste a Saramago y sus Intermitencias de la Muerte? Es-- mmm-- entretenido.

Saludos!

Anonymous said...

ok

Zion Kid said...

Anonymous, gracias por tu insight.