28 November 2006

Nos robaron el cambio...

Un lunes de hace seis años amanecimos con el “cambio” en todos lados. Las ideas imperantes de aquel tiempo nos decían que había un México mejor y que el futuro era promisorio. Justo ese lunes, mientras mi hermano y yo escuchábamos a expertos en rock opinar sobre la bonanza del futuro que ya nos había llegado, también comentábamos de lo malo que este gobierno del cambio podría ser. Todo esto, claro, desde la percepción de quienes vivieron en un municipio gobernado por el PAN: Naucalpan. Nos aquejaba una represión policial que nos tachaba de adictos por traer pantalones de un color o de cierto corte, pelo largo y no ir a misa. Bueno, esto último ya es un poco exagerado, pero si lo piensan no es tan deschavetado. Además se construían pasos a desnivel que nunca resolvieron los problemas de tráfico y se olvidaba pavimentar calles en colonias populares. A mi hermano se le ocurrió hablar a la estación de radio y a la llamada que hizo se le ocurrió entrar al aire. “Si entró, güey. Está sonando”, me dijo mientras los locutores decían que iban a tomar llamadas para medir el pulso de los escuchas. “Esos del PAN son unos fascistas. Mi hermano y yo decimos que nos va a ir mal con este presidente panista”, dijo mi hermano a unos conductores que no daban crédito que alguien no estuviera contento de que hubiera ganado otro que no fuera el PRI. A la casa no se le pone el techo antes de cimentarla. Se podría decir que alguien pensó en Fox como un buen candidato. No sé a quién se le pudo ocurrir tal estupidez, pero los números demuestran que así fueron las cosas. El terror para México encontró en la administración que se va sólo una extensión. No hubo cambio de formas ni de métodos. Seguimos exportando mano de obra, campesinos que siguen a los trenes cargados, cargados de cosechas que empresas transnacionales que explotan el campo nacional, dejan sin trabajo a miles de campesinos que no pueden competir con la infraestructura de los consorcios y exportan como pago de una deuda siempre eterna. El terror para México se acrecentó. El narco mató a poco más de dos mil personas—más las que se acumulen de aquí al viernes—y la ciudadanía nada más esquiva los plomazos ya casi por oficio. Chiapas no se resolvió en 15 minutos, y los conflictos sociales se acrecentaron de manera tan extrema que los más radicales ya huelen una nueva revolución. Los excesos de poder se hicieron visibles en Atenco I y Atenco II, en Oaxaca, en Michoacán, Puebla y hasta en Guanajuato. Este gobierno que “trabaja por nosotros” legalizó los casinos (con la falta que nos hacían) y regaló el espectro de transmisión a los capitales monopólicos del país. Falta mucho por hacer. El problema será que cuando salga esta presidencia en 2012, faltará aún mucho más.

Ahora sólo quiero informarles que ya se encuentra disponible la versión más reciente de “El Cuerpo de Julián”, relato cómico-mágico que aborda las problemáticas de bla bla bla.... Sólo denle clic al vínculo para ir a ese lejano lugar. Y recuerden, recomiéndenme con sus amigos.

Aqui está "El Cuerpo de Julián"

1 comment:

Garash said...

Y con sus enemigos también...